miércoles, 2 de marzo de 2011


INFORME

Iniciamos comentando la película de Alfred Hitckooth, “psicosis”, en el cual aclare aquello que me molestaba de algún modo sobre el personaje que este director había decidido introducir para explicar la trama, en base a los problemas psíquicos del protagonista; no podía explicarme esto pues de una manera poco considerada, no me había detenido a pensar sobre la época, y el desconocimiento del público sobre las teorías de Freud, aun no masificadas en el inconsciente popular del publico original de Hitckooth; además no había tenido contacto con su obra y no sabía que este personaje esclarecedor es parte de su recursos narrativos.

Posteriormente se proyecto el film “the Truman show” de Peter Weir, protagonizado por el reconocido actor cómico Jim Carrey, en un grandioso papel melodramático, aunque en lo personal diría que la película es un drama, en el que el único que no hace drama es el personaje protagónico, Truman. El cual fue adoptado por una corporación, que decidió hacer de su vida un reality las veinticuatro horas, sin que él tuviera conocimiento de los hechos, él es un sujeto alegre, manipulable y noble a quien le han escrito los sucesos de su vida. Para dejar clara la falsedad o mejor lo artificial de la vida de Truman, el director del show, hace encuadres a manera de viñetas, busca planos constantemente, incluso cuando adivina en las facciones de Truman los momentos de tristeza, sabe que los causa, saca del archivo y superpone la imagen de los recuerdos del hombre, para complacer a los voyeristas, aficionados a la mentira.

Pos supuesto el programa no puede sostenerse solo, así que se le pone al protagonista en situaciones para promocionar algún objeto comercial, recuerdo en este momento una de las pautas en boca de su “esposa”, (el personaje que tenía el  discurso más comercial de todos) sobre un cuchillo de cocina que más parecía una navaja suiza, mientras se lo decía a Truman quien se encontraba en una nada cómoda posición, el pobre hizo una cara de “impresionante”, mientras ella terminaba su comercial y entraba en la casa.

Luego tenemos lo que para mí es la parte más llamativa, el juego de palabras con los nombres. Esta Truman que se desprende de la palabra inglesa thuth, cuyo significado es verdad, una paradoja magnifica, pues llamar a este hombre (man) verdad o real no es sino una mentira, pues su mundo, su percepción hasta sus sentimientos son falsos, ya que los depositarios de estos son personajes de ficción. Ocupando la otra esquina esta el creador del show, la mente corporativa Cristof’s, no hace falta ni explicar el significado de su nombre para el mundo occidental, Cristo es el señor, un dios que nos compro con su sangre; obviamente el lugar donde los dioses habitan es el cielo, el piso de arriba, que para Cristof’s es una luna centro de operaciones, es el dios creador de Truman, creo para él un mundo y se encargo de crearle un trauma respecto al agua para que está fuera el cordón de seguridad que su criatura no se atrevería a cruzar, pues no querría terminar como su padre, ahogándose.

En fin, Cristof’s tiene todo planeado para mantener a Truman sometido a la mentira, pero ¿qué lo hace sentirse con el derecho?, simple de explicar a dios lo hace ser dios dos etapas, la primera la de creador que ya Cristof’s dejo clara como productor, y director del show, la segunda es la de padre que no es la misma que la de creador, pues está última se reclama con afecto, con protección a la criatura; el director se convierte en un dios paternal que le ha creado una burbuja de protección a su “hijo”, para que sea dañado hasta el punto que él lo permita. Todos serán mentira, personajes ficticios junto a Truman, solo él su padre es real (aunque Truman no lo sepa), lo único real es el dios paterno, quien le ha hecho un salón de juegos con muñecos parlantes para que lo entretengan.

Su poder sobre Truman queda explicito cuando esté se embarca y trata de huir del juego, “dios” decide castigarlo con una tormenta como en la antigüedad a los hombres de aventura y guerra se les azota y pierde. Finalmente la criatura gana no se acobarda ante los rayos y olas, lucha y exige su libertad; Truman decide nacer de nuevo fuera de escena, lejos de los voyeristas (publico). Como va a hacer su vida no importa porque ahora si será real, irónicamente lo real en este caso es lo que no podemos ver.


DAYANNE SOFIA LEON CARBALLO
CINE Y LITERATURA
DIPLOMADO DE LITERATURA Y OTROS SISTEMAS SEMIOTICOS.

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